Emperador Meiji, Mutsuhito (1852-1912)
El 3 de noviembre de 1852 nacería el Emperador de Japón, quien llevaría la nueva Era a establecerse en el país, bautizado bajo el nombre de Mutsuhito. Hijo del emperador Komei, emperador que se caracterizó por su poco interés en el país y que sólo lo demostraba mediante el rechazo que le provocaban los extranjeros que arribaban cada vez más a su imperio, y la consorte Nakayama Yoshiko.
Al nacer en una fecha en que Japón comenzaba el proceso de abrirse al comercio mundial, y las primeras incursiones en el capitalismo se hacían patentes, el emperador se crío bajo estos cambios lo que le harían asumir un carácter que muchos calificarían posteriormente como difícil, pero que en realidad le serviría para afrontar todos los cambios que Japón sufriría en los siguientes años y salir victorioso frente todo choque que se produjera por parte de quienes eran sentidos como una amenaza.
A los 15 años asume el poder, debido a la muerte de su padre, el emperador Komei, de quien se dice murió de viruela a los 36 años pero mucho se rumorea sobre un posible envenenamiento, ya que su muerte fue muy productiva para los reformistas quienes veían sus expectativas truncadas debido al rechazo del emperador hacia los extranjeros, o bárbaros como los solía calificar; en cuanto asumió el poder se vio que las influencias que recibió por parte de los reformistas ya comentados habían hecho mella en él; por un lado apoyó constantemente los tratados con extranjeros y trató de convertir al nuevo Japón en un gobierno democrático de corte occidental, y para ello comenzó con abolir el antiguo sistema feudal de daimyos, y además, apoyado en los cambios que se llevaban a cabo en cuanto a la religión, se instauró como descendiente directo de la diosa Amaterasu, máxima deidad-madre japonesa; por otro lado demostraba gran interés por la cultura occidental y, a diferencia de sus antepasados, gustaba de salir, aprender y conocer cosas nuevas, incluso a tal punto que fue el primer emperador que salió de su palacio e incluso llegó a subir el monte Fuji.
En 1889 proclama una nueva Constitución donde Japón se define como una Monarquía Constitucional; más tarde tendría que pasar por las pruebas de dos guerras en las que derrotaría a dos grandes potencias: China (guerra ‘Sino-japonesa’ entre 1894 y 1895) y Rusia (guerra ‘Rusa-japonesa’, entre 1904 y 1905), instaurando a Japón como potencia mundial.
Como ya decíamos, este Emperador se caracterizó por quebrar con el esquema que se tenia de los emperadores anteriores, y esto también se vio reflejado en su vida diaria, destacando así la preferencia por vivir siempre en el mismo lugar, el castillo de Edo, más tarde llamado Tokyo, hiciera calor o frío, ya que según él los aldeanos no se iban a otras partes si el clima cambiaba por lo que él tampoco debía hacerlo (recordemos que la antigua capital había sido Kioto, la cual fue cambiada en cuanto este emperador asumió el poder); asimismo se internaba en los campos de batalla, si bien es cierto sin poner en riesgo su vida, pero siempre dando la impresión de que estaba con sus servidores.
Su esposa se llamo Haruko, con quien se casó el mismo año de su entronización como Emperador, y quien tenía 18 años el día de su boda; ella llegó a ser conocida como “la madre de la nación” al instaurarse como primera emperatriz y luchar por la educación de las mujeres y el establecimiento de la Cruz Roja en el país. Si bien es cierto que no tuvo ningún hijo con su esposo, sí adopto a uno de los 15 que él tuvo con sus concubinas, quien más tarde llegaría a ser Yoshihito, el ‘emperador Taisho’ y padre de Hirohito, quien se enfrentaría a las potencias occidentales (como Estados Unidos e Inglaterra) durante la Segunda Guerra Mundial.
Su admiración por la cultura occidental se demostraba desde sus gustos por la comida hasta por la ropa, además, como amante de la poesía escribía constantemente, sólo odiaba su letra, la cual encontraba horrible, por lo que hacía que transcribieran sus poemas.
En fin, como Emperador fue bastante singular, y se mantendría en el poder por bastante tiempo, aproximadamente 45 años, y muere en Tokio el 30 de julio de 1912 pasando a la inmortalidad como el Emperador Meiji, "el Iluminado"